De vuelta al tormento
detrás de reja y lamento,
esperando al jilguero cantar
y mi llanto pueda mitigar,
detrás de reja y lamento,
esperando al jilguero cantar
y mi llanto pueda mitigar,
pues la sombra aturde
y el sentido se paraliza
con fuego en mi piel que arde
y mi paz interior carboniza.
y el sentido se paraliza
con fuego en mi piel que arde
y mi paz interior carboniza.
Amé el sol cuando me calentó
hoy no existe brillo que me guíe
pues ciego y sin fuerza me dejó
su último suspiro al atardecer,
hoy no existe brillo que me guíe
pues ciego y sin fuerza me dejó
su último suspiro al atardecer,
a veces es mejor no ver la luz
pues en un momento se va,
dejando a su paso temor,
sombras de dolor y oscuridad
pues en un momento se va,
dejando a su paso temor,
sombras de dolor y oscuridad
y hoy busco encerrarme en mí
para no sentir dolor en el silencio
que corroe mis oídos hasta el fin
donde mis días no tienen contento.
para no sentir dolor en el silencio
que corroe mis oídos hasta el fin
donde mis días no tienen contento.
Aguardaré en estrépito mortal,
mi último latido de vida
para entonces poder dilucidar
quedarme aquí o procurar la partida,
mi último latido de vida
para entonces poder dilucidar
quedarme aquí o procurar la partida,
pues no tengo reposo
entre los muertos o los vivos,
y solamente se alivia la carga
lamiendo la herida de tu olvido.
entre los muertos o los vivos,
y solamente se alivia la carga
lamiendo la herida de tu olvido.
Mario Asturias Villa
Pasión de Poetas
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