Cuántos aires de grandeza tiene el poeta
que se envaneció con el aire que respira,
con cada árbol que vio crecer en la cuadra
y las mariposas que bailaban frente a él,
hasta dónde se enorgulleció de lo prestado
y todo aquello que jamás le pertenecería,
quiso vivir de prestado y sin querer ver
que ni el alma le pertenece por completo,
se vistió de argumentos y letras carnales
y levantó su cuello por sobre todos los demás
hasta la pretensión de ser el amo y señor
sin darse cuenta de sus cadenas y cárceles,
pudo ser todo lo que soñó y quiso en su mente
y ser reconocido por reyes y príncipes de la tierra,
pero hoy solo tiene lo que intentó finitamente ser,
la sombra de sus deseos y sueños por cumplir.
que se envaneció con el aire que respira,
con cada árbol que vio crecer en la cuadra
y las mariposas que bailaban frente a él,
hasta dónde se enorgulleció de lo prestado
y todo aquello que jamás le pertenecería,
quiso vivir de prestado y sin querer ver
que ni el alma le pertenece por completo,
se vistió de argumentos y letras carnales
y levantó su cuello por sobre todos los demás
hasta la pretensión de ser el amo y señor
sin darse cuenta de sus cadenas y cárceles,
pudo ser todo lo que soñó y quiso en su mente
y ser reconocido por reyes y príncipes de la tierra,
pero hoy solo tiene lo que intentó finitamente ser,
la sombra de sus deseos y sueños por cumplir.
Mario Asturias Villa
PASION DE POETAS
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