aturdida por el bullicio del alma
que no encontró reposo
en los brazos de un don nadie;
ese que te pretendió amar
con puño y humillación
y te llenó de regalos
y de cicatrices en el alma.
Un instante más hubiese cambiado todo
y quizá nunca te pude haber conocido,
como si la electricidad de tus sentidos
marcaron el ritmo de mi polo opuesto;
tú allá y yo aquí en un instante
fusionados, ilusionados
y listos para compartir largas tertulias.
Tengo la idea que te conocí antes,
en un lugar fuera de este atolondrado planeta
lleno de soledad en medio de tanta gente
y fui capaz de encontrarte
luego de una eternidad sin buscarte
y el privilegio más grande de hallarte
es saciar tu necesidad de mí al amarte.
Semi despierta, queriendo vivir
sonriente a la vida que anhelas disfrutar
semi inconsciente, queriendo ocultarte
mientras la mirada de mis ojos quiere encontrarte
no importa dónde estés
o la velocidad con que tus pies caminen hacia mí.
Ahora no se si estás semi despierta
o dormida a medias,
lo que tengo claro es que te amo
y mi alma no sabría vivir sin ti,
ni un instante lejos, ni un instante a medias
pues mi entrega total te rescató
de una eternidad alejada de mi amor.
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