que habita en tu cuerpo que no puedo evitar,
se conjuga con mis verbos para acentuar
cada adjetivo que dilato
con la punta de mi lengua al besarte,
convirtiéndose en adverbios
poderosamente transformadores de mis letras,
morfemas apasionados que plasmo
con tinta indeleble en el papiro de tu cuerpo.
Hay un completo frenesí de amor en este post...
ResponderEliminarGracias por compartirlo