No hagas movimiento alguno,
Tan solo deja respirar al viento,
Que camine sobre tus cabellos
Mojados por esa lluvia furtiva
Que cambió el curso de tu caminar;
No voltees hacia atrás
Porque hallarás pocas respuestas
O quizá decepciones empolvadas,
Ansiosas de volver a vivir
A través de tus lágrimas;
Aguarda un instante nada más,
Porque la vida no es casualidad
Y los propósitos divinos
Aunque inexplicables tan exactos,
Benevolentes y misericordiosos;
No te apresures a caminar
Deja que el reloj se lleve sus horas,
Que las hojas secas hagan alfombras rojas
Y el viento que te acaricia retorne al cielo;
Solo quiero que sonrías libre y serena
Un instante a la vez,
Reverdeciendo junto a mi.
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