Tengo deseo de tus labios
color de tierra
sabor de caramelo,
pues me hace falta
arrancarte nuevamente
la inocencia de tus escotes,
quisiera meterme en tus sábanas
húmedas y cubiertas de ti,
porque no hallo lugar para amar;
quiero encontrarme perdido
y ahogado en tu saliva
en la menta de tu lengua,
en la sal de la playa
aquella donde anclé
donde mi barco surcó tus aguas;
tengo deseos de ser el fuego
que arde los leños de tu chimenea
y consume el agua de tu manantial,
verte sudar en el frío nocturnal,
arropada de mis dedos
de la furia de mi piel;
tengo deseos de ti y nadie más
pues el amor no es pasajero
y te esperaré paciente
bañado de brisa
naciendo de nuevo en cada letra
que surcará día a día
los océanos de tu amor.
color de tierra
sabor de caramelo,
pues me hace falta
arrancarte nuevamente
la inocencia de tus escotes,
quisiera meterme en tus sábanas
húmedas y cubiertas de ti,
porque no hallo lugar para amar;
quiero encontrarme perdido
y ahogado en tu saliva
en la menta de tu lengua,
en la sal de la playa
aquella donde anclé
donde mi barco surcó tus aguas;
tengo deseos de ser el fuego
que arde los leños de tu chimenea
y consume el agua de tu manantial,
verte sudar en el frío nocturnal,
arropada de mis dedos
de la furia de mi piel;
tengo deseos de ti y nadie más
pues el amor no es pasajero
y te esperaré paciente
bañado de brisa
naciendo de nuevo en cada letra
que surcará día a día
los océanos de tu amor.
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