Esas horas que me alejan
Con distancia aberrante
Me vuelven un demente
Sin conciencia y alma,
Con distancia aberrante
Me vuelven un demente
Sin conciencia y alma,
Tiempo no es distancia
Y cuando no estás
Las millas separan más
Atrapando mi conciencia.
Y cuando no estás
Las millas separan más
Atrapando mi conciencia.
Entonces me da por contar
Los segundos al respirar,
Mi mente divaga en la cornisa
Mientras tú te alejas más.
Los segundos al respirar,
Mi mente divaga en la cornisa
Mientras tú te alejas más.
Y pienso en verdades a medias
En caminos sin rumbo certero,
En silencios teñidos de ruido
Que por instantes callan mi voz.
En caminos sin rumbo certero,
En silencios teñidos de ruido
Que por instantes callan mi voz.
Salgo a la calle y te veo
En cada rostro que contemplo,
Me encierro en mi habitación
Y las telarañas se tejen en mis dedos.
En cada rostro que contemplo,
Me encierro en mi habitación
Y las telarañas se tejen en mis dedos.
Me vuelvo a preguntar una y otra vez
Por qué tiene que ser así de irracional
Que cada hora se convierte en silencio
Que aniquila estas ganas de vivir.
Por qué tiene que ser así de irracional
Que cada hora se convierte en silencio
Que aniquila estas ganas de vivir.
Pues te recuerdo en aquel adiós
Y te veo partir en una carroza
Extendiendo tu mano y la mirada
Sabiendo que cada instante fue real
Y te veo partir en una carroza
Extendiendo tu mano y la mirada
Sabiendo que cada instante fue real
Y aquellas horas son un recordatorio
De mis vivencias junto a ti
Riendo, cantando, haciendo el amor,
Viviendo en cada segundo la eternidad.
De mis vivencias junto a ti
Riendo, cantando, haciendo el amor,
Viviendo en cada segundo la eternidad.
Mario Asturias Villa
Pasión de Poetas
Pasión de Poetas
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